Los senos de la mujer son, sin duda, uno de los elementos más importantes de la belleza femenina y el emblema de la maternidad. La valoración estética del tamaño y configuración del pecho femenino se encuentra íntimamente relacionada a factores étnicos y culturales, pero en definitiva, tener unos senos de aspecto aceptable es un deseo normal, por lo que una alteración en su forma puede tener repercusiones psicológicas que no deben ser subestimadas.
Estas hipertrofias mamarias llevan a la paciente a alterar su comportamiento social, condicionando el uso de ropas adecuadas, la práctica de deportes e incluso llegan a ocasionar importantes complejos, especialmente en las mujeres jóvenes. El sobrepeso que significa una mama hipertrófica conduce con frecuencia a trastornos funcionales como dolores de espalda o alteraciones en la posición de la columna vertebral, acentuadas por el hábito que suelen tener estas pacientes de adelantar los hombros para hacer retroceder el tórax y con ello disimular el tamaño de la mama.
La reducción de mamas o mamoplastia de reducción es una técnica quirúrgica que tiene como objetivo principal la modificación de la forma y tamaño de la mama para adecuarla a los requerimientos estéticos y funcionales de la paciente.
La cirugía consiste en extirpación de grasa, tejido mamario y piel. Es muy difícil que vuelvan a crecer al tamaño que tenían, sin embargo pueden crecer algo por influjo hormonal durante el ciclo menstrual o embarazo.